Lo real está desde el origen. En el punto del cero absoluto. En donde no hay univocidad con el sentido. Es el Uno, de un trazo que no hace cadena. Ex-siste.
En una de las primeras entrevistas de un análisis en curso se dificultaba frente a la mirada del Otro, la transmisión del meollo de la cuestión. La paciente, avergonzada, ya impaciente tratando de atrapar lo indecible, dice "pareciera que no se contar". Las palabras que no bastaban, presentificaron el agujero en el saber cuándo luego de ese encuentro, al querer abonar en el estacionamiento, lo real toma cuerpo con peso de letra. Las monedas perdieron el sentido de su nombre. "No se contar!" ¿Qué Número? Trazo sin sentido. "Así es[1]". Un cuerpo perturbado, ojos que no comprendían la marca singular.
Graciela González Horowitz
EOL, Buenos Aires