Lo real sin ley está por todos lados. Quizás nos vemos llevados a compartir con otros -a veces muchos otros- los encuentros que tenemos con él... porque eso ayuda a recuperarse del golpe.
Comparto pues.
Eric últimamente grita y llora mucho, está agitado y ha multiplicado sus estereotipias.
El tratamiento médico que sigue ha suprimido muchos de los alimentos que le gustan, el taller de piscina que le encantaba y el uso del ordenador. En la institución creemos que está, fundamentalmente, enfadado.
Recibo a la madre. Está muy contenta. La doctora ha dicho que la mejoría de Eric es fantástica y muy alentadora. Pregunto si la doctora ha recibido a Eric. No, pero ha visto las analíticas y están mucho mejor.
¡Viva!¡que alegría! ¡Hay menos metales pesados en su cuerpo!¡Es la evidencia científica! No se si me impacta más la convicción de la madre o la aberración de la práctica.
Para mí, la única evidencia es que su real no es el nuestro. Tampoco el de Eric.
Sigo recuperándome.
Marta Serra Frediani
Barcelona, ELP