Ricardo lleva un tiempo tratando de comunicarse con voces del más allá. Su tarea es extenuante pero persevera ante los primeros éxitos de su búsqueda. Le van dando día a día indicaciones sobre los pasos a seguir en su vida. Busca entre ellas las de sus seres queridos ya fallecidos y las palabras que va recortando entre los murmullos son tesoros para él. Fue apelando a tecnologías más sofisticadas para atraparlas y registrarlas. Parece que va dando resultado.
Un día se presenta a su sesión exultante por contarme sus últimos resultados, saca un moderno grabador de su bolsillo y me dice que quiere que yo las escuche porque logró captarlas con nitidez. Lo enciende frente a mí y al cabo de un par de interminables minutos sólo escucho ruidos. De todos modos su expectativa no se vio frustrada, esas seguían siendo sus voces.
José Lachevsky
EOL, La Plata