El Siglo XXI trae consigo, vía la cibernética, la accesibilidad inmediata a otros mundos por Internet; en particular, las redes sociales y la mensajería instantánea alimentan la ilusión de la comunicación en tanto el mensaje "llega", se puede chequear el que sea visto y hasta medir el impacto del mismo, a través de comentarios o visitas a un post y clicks de "amigos", RTs o FAVs.

Entre este tipo de novedades de la época, llama mi atención el fenómeno de la viralización. Se trata de videos, generalmente grabados de manera casera que, "subidos" con el propósito de compartirlo con algunas personas, toma una expansión descontrolada. Si bien habitualmente tienen un fuerte componente humorístico, y se destaca la espontaneidad de los protagonistas, no hay previsión exacta respecto a que una grabación se difunda de tal manera.

La contingencia hace lo suyo: se produce una audiencia desmesurada e insospechada, no calculada… la causa/efecto no funciona como método (de reiteración) para generar un viral para desgracia de los publicitarios. Quizás constituye una manera de como lo real se nos hace presente en lo cotidiano, en lo actual y en una escala masiva; un "fenómeno natural" de la época.

Betty Nagorny
EOL, Buenos Aires