Un réel pour le XXI sciècle
ASOCIACIÓN MUNDIAL DE PSICOANÁLISIS
IX Congreso de la AMP • 14-18 abril 2014 • París • Palais des Congrès • www.wapol.org

Programa del Congreso
Inscribirse a la FIESTA
Inscripción FULL
What's up ! NEWS
Comité de acción de la Escuela Una - Papers
Textos de orientación
Afinidades VIDEO
5 minutos a la RADIO
Afinidades PARA LEER
Trozos de real WAP WEB
Jornada clínica
Bibliografía
Publicaciones
Dosier de prensa
Informaciones prácticas
Los Congresos anteriores
Buscar en la web
Loading
Siga
@scilitwitt !
TROZOS DE REAL
El Conejo de Jade: nuevo objeto en el cenit
Marta Pagano

En el diario "La Nación" del 15 de diciembre del 2013, podemos leer una noticia sobre la China. Este país logro una proeza tecnológica, que solo lo había realizado Estados Unidos y Rusia: enviar a la luna el primer transportador espacial Chang' e 3. El pueblo chino lo llamó al robot móvil "YUTU" o Conejo de Jade, en honor a una leyenda tradicional oriental.

Investigando el mito del Conejo de Jade me encuentro con varias versiones. Una: dice que tres dioses decidieron bajar a la tierra y cambiaron su imagen por pobres hambrientos. Pedían comida y el único animal que se ofreció fue el conejo. Los dioses lo comieron pero después lo premiaron con el poder de la eternidad, viviendo con Chang' e en el Palacio de la Luna.

La leyenda cuenta que Chang' e y su esposo Houyi eran inmortales y vivían en el cielo. Houyi que era un gran arquero, mató nueve de los diez soles y dejó uno solo. Los diez soles eran los hijos del Emperador y por ese motivo, los castigó a Houyi y a su mujer, enviándolo a vivir a la tierra como mortales. Houyi vivía con su mujer y ella sufría por la pérdida de la inmortalidad. Entonces Houyi decidió emprender un viaje buscando la píldora de la inmortalidad. Al final la encontró y la guardo en la casa. Chang' e halló la píldora y sin esperar, se la tomó entera y comenzó a flotar al cielo, aterrizando en la luna.

Voracidad femenina, superyó femenino? Este empuje al goce más allá del orden fálico? El paso del Mito al objeto tecnológico o de consumo?

Marta Pagano
Salta, EOL